Ross “Randy” Walden y Robert “Bob” Carey viven en Springfield, Illinois donde Randy trabaja para la Guardia Nacional de Ejercito y Bob trabaja en una empresa de energía importante. Randy tiene un doctorado en Administración de Salud. Su trabajo para el ejército no es una sorpresa, ya que Randy es un veterano del ejército de Estados Unidos donde recibió una serie de cartas de recomendación, una medalla de buena conducta y una cinta de servicio en el extranjero por su trabajo como traductor de ruso.

Bob y Randy salieron por primera vez en un restaurante local de comida mexicana- un lugar que sigue siendo frecuente todavía. Pronto se celebrará siete años juntos como una pareja amorosa y comprometida. Ellos comparten muchos intereses en conjunto. Ellos se preocupan por los perros y gatos de rescate y comparten un profundo amor por la naturaleza, el gasto de muchos fines de semana de camping cerca de Springfield y en todo el Medio Oeste. Randy y Bob también son activos en su sinagoga local. Se dio la bienvenida en su casa de culto y Randy se le ha pedido a servir en puestos de confianza y autoridad para la congregación.

Para Randy, el conocimiento de Bob fue parte de un proceso de recuperación después de haber perdió a su antiguo socio Curt por el cáncer.  Esa experiencia hizo demasiado evidente el daño que puede derivarse de no tener una relación reconocida de amor.

Como Curt luchaba contra el cáncer, Randy siempre estaba presente e involucrado en su cuidado. Cuando las cosas se volvieron para lo peor, Randy tuvo Curt a un hospital local de Springfield. El personal del hospital regularmente interrogó a Randy sobre su relación con Curt e ignoró el abogado del poder de cuidados de la salud de Curt que llamó de Randy como la persona para tomar decisiones por él. En ocasiones numerosas el personal del hospital pidió a los padres de Curt para tomar decisiones médicas. Cada vez, ellos explican cortésmente que Randy era el de preguntar acerca de estas preguntas. El modelo continuó durante los tres días que Curt fue hospitalizado.

Después de haber sido negado el derecho a pasar la noche con Curt, Randy dejó toda su información de contacto de emergencia con las enfermeras y les suplicó que lo llamara si la condición de Curt empeorado. Randy estaba angustiada por dejar Curt solo. Una mañana cuando él no pudo llegar a Curt, Randy llamó por teléfono a la estación de enfermeras. En una voz susurrante, la enfermera le dijo a Randy que Curt no ha estado bien toda la noche y que debía ir al hospital. Cuando Randy llegó a la sala, Curt despertó lo suficiente para decir “te amo” a Randy. Estas fueron las últimas palabras que pronunció.

Bob y Randy temen que su relación podría ser ignorada, porque su unión civil no se entiende bien o dado el respeto de un matrimonio. Ellos esperan el día en que finalmente se casan.